DOMINGO 18 FEBRERO 2018
En nuestro último día en nuestro recorrido en coche por tierras extremeñas visitamos Plasencia, también llamada la Perla del Valle (del Jerte).
Desayunamos en una de las numerosas cafeterías de la Plaza Mayor de Cáceres, y en unos 50 minutos llegamos a Plasencia. Os recomendamos aparcar por la zona del Parking La Isla, hay numerosas plazas y es gratuito, aunque nosotros aparcamos al lado en la Avenida del Valle.
Además hay unas escaleras mecánicas por la zona, que comunican la Avenida del Valle, en la parte baja de la ciudad (donde se encuentra el parking) con la Puerta del Sol, en la parte alta de la ciudad (donde se encuentra el casco histórico).
Precisamente, es en laPuerta del Sol, donde iniciamos el recorrido por la ciudad. Es de estilo renacentista y debe su nombre a su orientación al este:
Atravesando la puerta, seguimos paseando por las calles intramuros, hasta llegar a la Plaza Mayor, donde el edificio que más destaca es el del Ayuntamiento, del S. XVI y con una mezcla entre gótica y renacentista.
En la torrecilla del reloj, donde está la campana, hay un autómata conocido como el Abuelo Mayorga, que se pone en funcionamiento cada media hora, al estilo del que se encuentra en el Ayuntamiento de Astorga:
Desde aqui cogimos la calle Trujillo para visitar la zona de la Catedral y aledaños. En seguida nos encontramos con el Palacio de Justicia:
y pegado a él, la Casa del Dean, del S. XVII y donde destaca el balcón esquinero que es tan típico de esta zona, como ya vimos en Cáceres o Trujillo:
Ya en la propia Plaza de la Catedral, se encuentra el Centro Cultural Santa María, del S. XVII y utilizado anteriormente como hospital:
Aunque el principal punto de interés es laCatedral de Plasencia, o quizás sea mejor decir las dos catedrales, ya que consta de una Catedral Vieja y una Catedral Nueva. En verano abre de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y en invierno de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00. Abre de Martes a Domingo, los lunes cierra. El precio es de 4€ (incluye audioguía). Es un lugar imprescindible si visitas la ciudad:
La Catedral Vieja, del S. XIII, también es llamada de Santa María:
Destaca por su claustro, donde las columnas son románicas y los arcos y bóvedas de crucería son góticas:
Desde el patio del claustro, se aprecia la famosa Torre del Melón, llamada así por su remate parecido a un melón abierto. Hay ejemplos parecidos en la Catedral de Zamora o en la de Salamanca:
Aquí se aprecia el corte entre la Catedral Vieja y la Catedral Nueva:
Una puerta da paso a la conocida como Catedral Nueva, imponente y que te deja sin palabras, ya que tras la última restauración está llena de líneas doradas muy atractivas visualmente:
Una de las joyas es el Retablo Mayor, de estilo barroco, dividido en tres cuerpos y seis calles. También es muy bonita la Puerta de la Sacristía, en la foto de abajo a la derecha del retablo:
Otra de las joyas es la sillería del coro de madera de nogal, que se encuentra tras una formidable rejería. También destaca el órgano, cuya caja data del S. XVII:
Si visitáis la ciudad, no dejéis de visitar la Catedral, es una maravilla.
Caminamos hasta el Centro Cultural Las Claras, donde también se encuentra una Oficina de Turismo. Aquí nos dieron la idea de visitar el Parador, y conocimos la existencia de una escalera que hay allí, que resulta ser de la más bonitas de España (más tarde os hablamos de ello).
También nos recomendó visitar el interior de la Iglesia de San Nicolás (que tiene horarios raros), así que retrocedimos un poco y nos dimos prisa porque según los horarios estaba a punto de cerrar.
Por el camino vimos el Palacio Carvajal Girón, de estilo renacentista (S. XVI), y hoy en día convertido en hotel:
Llegamos a laIglesia de San Nicolás, justo en el momento de la misa. Es bastante antigua (S. XIII) y de estilo románico:
Desde aquí atravesamos todo el casco antiguo, hasta llegar a laMuralla. Se puede subir a ella (Centro de Interpretación de la Fortaleza, calle Torre Lucía), nosotros llegamos algo antes de las 14:00 que se supone que cerraban, pero la cerraron antes. No parecía que hubiera grandes vistas desde arriba, pero de todas formas el lienzo de la muralla que se conserva en esta zona está muy bien conservado:
Desde aquí nos fuimos a comer a uno de los sitios más recomendables de la ciudad, el Parada de la Reina. Lo anecdótico es que se encuentra en la Estación de Autobuses, y no suele ser habitual un restaurante bastante chulo en un lugar tan de paso como una estación de buses, donde suele haber locales más de batalla.
Después de comer, volvimos a ir a la parte alta de la ciudad, visitando por el camino el curioso edificio de la Universidad:
Otro de los sitios que más nos gustaron es elAcueducto Medieval (no es romano). Muy bien conservado (S. XVI), y con un toque muy fotogénico con las palmeras. Tiene 300 metros de largo y una altura en su punto más alto de 18 metros. Se conservan un total de 55 arcos. Aseguraros de ver el acueducto desde el lado de la foto de abajo, ya que por el otro lado no luce nada:
Aunque pilla un poco lejos para ir andando, no lleva más de 15 minutos desde el casco antiguo dando un paseo tranquilo.
Después nos encaminamos por las calles del casco antiguo teniendo como objetivo llegar al Parador.
Entre plaza y plaza, nos topamos con varias iglesias como la
Iglesia de San Salvador (Plaza del Salvador) , el Convento de San Ildefonso (San ildefonso, VI) o laIglesia de San Martín (Plaza San Martín, 2);
También se conservan algunas casas señoriales interesantes como la Casa de las Infantas (Sancho Polo, 13) o la Casa de los Grijalva (Calle de los Quesos), también conocida como Casa de los Almaraz, con uno de esos balcones tan monos:
Caminando, llegamos hasta el Palacio de Mirabel, del S. XV. Es posible visitarlo, aunque no parece estar muy bien conservado por dentro:
Justo al lado, se encuentra laIglesia de San Vicente Ferrer. Fue fundada en el S. XV y tiene una bonita portada renacentista con cuatro columnas de estilo corintio:
Por último, y como despedida de la ciudad y del viaje, nos tomamos un café en el Parador de Turismo. Es muy bonito por dentro, y creemos que es otro de los imperdibles de la ciudad:
La joya escondida, que no hubiéramos visto si no llega a ser por el simpático hombre de la oficina de turismo, es la escalera volada del S XVI, construida en granito y sostenida sobre arcos irregulares y desiguales, que le dotan de gran originalidad. Parece ser que muchos arquitectos y diseñadores se pasan por aquí para contemplar la obra. La verdad es que es preciosa, si podéis no os la perdáis tampoco:
Os podéis tomar algo en el bar que hay justo en ese salón y la verdad que no es nada caro para el lugar donde te encuentras:
Con esto dimos por concluido el viaje a Extremadura, ya sólo nos quedaba recoger el coche y las 2 horas y media de viaje hasta Madrid.
Un fin de semana muy completo por unas tierras que no conocíamos. Volveremos seguro.
Esperemos que os haya gustado el paseo por esta ciudad, y haberos animado a visitarla o servido de ayuda. Os invitamos (y agradecemos) a que nos acompañéis en Facebook, Twitter e Instagram. También nos podéis dejar cualquier comentario o pregunta, nos encanta ayudar a los demás, igual que muchos otros nos ayudan con sus relatos y experiencias.